Puigdemont se ‘fuga’ de Cerdeña con la excusa de una reunión en Bruselas cuya asistencia es telemática
El fugado ex presidente de Cataluña Carles Puigdemont, detenido el pasado jueves en Cerdeña y puesto en libertad 24 horas después, debe presentarse el próximo 4 de octubre ante el tribunal italiano que decidirá sobre su extradición a España. Sin embargo, la justicia sarda no le ha impuesto medidas cautelares, por lo que es libre para salir del país cuando quiera. Puigdemont ha admitido que se irá este mismo lunes a Bruselas, argumentando que tiene una reunión ineludible por su condición de eurodiputado. Sin embargo, los registros de la Unión Europea desmontan su mascarada: la reunión es telemática.
«Tengo previsto el lunes volver a Bruselas, para una reunión del comité de comercio exterior del que soy miembro. Quiero y debo continuar mi actividad parlamentaria porque es mi responsabilidad», aseguró Puigdemont en la rueda de prensa que dio tras su puesta en libertad, y en la que confirmó su intención de salir en las próximas horas de Cerdeña. Volverá a su refugio de Waterloo.
Efectivamente, Puigdemont es miembro de la Comisión de Comercio Internacional (INTA) del Parlamento Europeo, organismo que se reune este lunes. El encuentro, de dos horas de duración, comenzará a las cinco menos cuarto de la tarde. Sin embargo, lo que Puigdemont no explica es que esa reunión es remota. Se realiza de forma telemática, como medida de precaución por la pandemia del Covid.
«La reunión se realizará con la participación remota de los Miembros» de la Comisión, admite la propia Unión Europea en la convocatoria de la cita. Es decir, Puigdemont no tenía prevista para este lunes ninguna reunión ineludible que le obligara a salir de Cerdeña. Es, por tanto, una excusa del ex presidente para precipitar su marcha.
El error de Puigdemont
Existen dos elementos fundamentales para comprender qué ha pasado desde el lunes día 20 de septiembre para que Carles Puigdemont haya sido detenido cuatro días después de esa fecha en Italia. En primer lugar, hay que revisar el oficio que el Tribunal Supremo hizo llegar a los tribunales italianos. El juez Pablo Llarena explica en un escrito que la Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) emitida contra Carles Puigdemont sigue vigente desde que se libró el 14 de octubre de 2019 como respuesta a su situación de rebeldía durante el llamado juicio del procés y la de los demás huidos.
Con esta OEDE los servicios de Inteligencia españoles sólo tenían que estar alerta a posibles viajes de Puigdemont fuera de Bélgica, lugar que le garantiza la residencia al margen de sus cuentas pendientes con la Justicia española. Puigdemont ya sabe lo que es ser detenido al salir del país belga ya que en Alemania fue capturado y encarcelado en 2018 hasta que los tribunales germanos dictaminaron que en sus leyes no hay equivalencia con el delito de sedición por el que le reclama Llarena, condición fundamental para entregar a un fugitivo de otro país. Pese a todo, y como recuerda el juez del Supremo, esa orden nunca se desactivó